Los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer se hacen notar especialmente en el pelo y la piel, que se van deteriorando a medida que avanza el tratamiento. Algo similar ocurre con las uñas, que pueden presentar diferentes alteraciones e incluso llegar a caerse. En este post te contamos cuáles son esos cambios y te enseñamos a cuidar las uñas durante un tratamiento oncológico.
Cómo afecta el cáncer a las uñas
Un reciente estudio, llevado a cabo por la Universidad de Extremadura, revela que un 95% de las mujeres con cáncer de mama que se han sometido a quimioterapia han sufrido problemas en los pies durante el tratamiento. De todos esos problemas, los más frecuentes tienen que ver con alteraciones en las uñas (46%), un problema que también puede afectar a las manos.
Los cambios de coloración en las uñas son bastante habituales en estos casos y son más notables cuanto más oscura sea la piel. Además, también pueden aparecer marcas horizontales o verticales, que son el reflejo de los diferentes ciclos de la quimioterapia y que desaparecerán cuando la uña crezca, en aproximadamente 6 meses.
Pero quizá los casos más preocupantes son los que se producen cuando la uña deja de crecer al ritmo habitual y se vuelve quebradiza. Algunas veces se levanta incluso del lecho ungueal y llega a caerse total o parcialmente, lo que puede dar lugar a infecciones. Por este motivo, es muy importante que cuidemos al máximo la higiene y que aprendamos a cuidar las uñas durante un tratamiento oncológico.
Consejos para cuidar las uñas durante un tratamiento oncológico
Al igual que hacíamos con el cuidado de la piel y el cuidado del pelo, también existen unas pautas para proteger la salud de nuestras uñas mientras estamos recibiendo un tratamiento contra el cáncer:
- Córtate las uñas con frecuencia y mantenlas lo más limpias que sea posible. Así reducirás el riesgo de infección.
- No te las muerdas. Es un hábito muy común pero poco recomendable que debes dejar de lado, especialmente si estás recibiendo un tratamiento contra el cáncer. Si no consigues controlarte, unos guantes te pueden ayudar.
- Los guantes también te servirán para evitar infecciones cuando realices las tareas del hogar o cualquier tipo de actividad en la que las manos se vean expuestas.
- Evita tocarte las cutículas si están resecas o deterioradas. Esta capa de piel que se encuentra en el nacimiento de la uña es muy sensible y si no la cuidas convenientemente pueden aparecer padrastros y roturas.
- No estés mucho tiempo en el agua. Si lo haces, pueden aparecer hongos en las uñas.
- Si te pintas las uñas, utiliza un quitaesmalte sin acetona. Este compuesto provoca mayor sequedad, así que debes evitarlo.
- Si te haces la manicura, procura que sea con instrumentos esterilizados y de uso individual para que no haya riesgo de infección.
- Evita las uñas artificiales, ya que también son una fuente de infecciones, alergias e inflamaciones.
En el caso de que notes que tus uñas presentan alguna de las alteraciones que hemos comentado anteriormente, no dudes en ponerte en contacto con tu médico. También es recomendable que visites al dermatólogo una vez finalizado el tratamiento oncológico para poder recuperar la salud de tus uñas completamente. Afortunadamente, en la mayoría de los casos los efectos secundarios en esta parte del cuerpo son temporales y los pacientes se recuperan totalmente una vez que superan la enfermedad.
Un comentario en “Cómo cuidar las uñas durante un tratamiento oncológico”
Buenas noches mi consulta es la siguiente yo recibo quimioterapia y mi pregunta es si puedo ponerme ácido hialurónico para rellenar los pómulos