El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, diagnosticándose 25.000 casos de cáncer de mama al año, según estimaciones de la SECPRE. Para prevenir esta enfermedad, la detección precoz y seguir unos hábitos saludables juegan un papel muy importante.
Te lo contamos en este post.
Pruebas para una detección precoz del cáncer de mama
El cáncer de mama es uno de los tumores con mejor pronóstico en la actualidad. Gracias a las campañas de detección precoz, y pruebas como las mamografías, permiten identificar los tumores en estadios tempranos, mejorando la supervivencia y la calidad de vida de la paciente con tratamientos menos agresivos.
Estas pruebas de detección precoz han evolucionado mucho desde las primeras mamografías, siendo mucho más sensibles y liberando menos radiación.
Además, ahora existen pruebas complementarias que permiten afinar el diagnóstico y detectar las lesiones antes de que se puedan palpar. ¿En qué consiste cada prueba?
- Mamografías y ecografías. Según la densidad que presente la mama, la mamografía se complementa con una ecografía que no radia ni duele, y es muy accesible.
- Resonancias mamarias. Es la técnica más sensible y tampoco radia a la paciente, pero al ser mucho más costosa solo se reserva para pacientes con un elevado riesgo de padecer la enfermedad.
- Tomosíntesis o mamografías en 3D. Esta prueba mejora el diagnóstico de la mamografía convencional, reduciendo de esta forma los falsos negativos.
La autoexploración puede ser beneficiosa para ayudar a detectar bultos sospechosos. Sin embargo la exploración clínica realizada por un especialista es mucho más precisa y efectiva. Por tanto, a partir de los 40 años son aconsejables las mamografías anuales.
Hábitos saludables para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama
El temor al cáncer de mama es generalizado, pero muchas mujeres no se dan cuenta de que adoptar hábitos de vida saludables puede ayudar a prevenirlo. A continuación te contamos algunos de ellos:
- Dejar de fumar: Un estudio realizado a 102.098 mujeres en Noruega y Suecia reveló que, en comparación con las mujeres no fumadoras, aquellas que habían fumado 10 o más cigarrillos al día durante 20 años presentaban un riesgo mucho más elevado de desarrollar cáncer de mama. Por otra parte, las jóvenes que comenzaban a fumar antes de los 15 años eran un 50% más propensas a padecer esta enfermedad.
- Controla tu peso. A medida que tu Índice de Masa Corporal aumenta, también se incrementa el riesgo de sufrir cáncer de mama. Esto es debido a que la grasa abdominal es metabólicamente activa, estimulando la aparición de células cancerosas en el pecho.
- Evita el alcohol. El consumo de alcohol afecta el nivel de hormonas sexuales que aumentan el riesgo de cáncer, tanto en mujeres premenopáusicas como postmenopáusicas. Según algunos estudios recientes, las mujeres que consumen de dos a cinco bebidas alcohólicas al día tienen un 40% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las que no beben.
- Sigue una dieta equilibrada. Come de forma habitual verduras y frutas, y reduce el consumo de carne roja, grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados.
- Practica ejercicio físico con regularidad. El deporte no solo puede ayudarte a prevenir el cáncer de mama, sino que también te protegerá frente a otras muchas enfermedades y favorecerá a que mantengas un peso adecuado.
El objetivo del Proyecto de Medicina Estética Oncológica (OnME), fundado por la doctora Dunia Kozo es promover la investigación en la materia y ser una fuente de información fiable para los pacientes oncológicos de los tratamientos de Medicina Estética y Nutrición que tienen a su disposición.
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