Con la llegada del verano pasamos más tiempo expuestos al sol, especialmente si hemos decidido pasar nuestras vacaciones en la playa. Es una época del año en la que debemos tener muy presente la necesidad de protegernos frente a la radiación solar para evitar desarrollar un cáncer de piel. Para ayudarte a prevenir esta enfermedad también es importante que aprendas a detectarla a tiempo; por eso te vamos a explicar en qué consiste la regla del ABCDE para la detección del cáncer de piel.
Analiza tus lunares con la regla del ABCDE
La regla del ABCDE es un sistema de autoexploración que permite al paciente analizar de forma sencilla los lunares que tiene en su cuerpo. Para ello, se basa en una regla nemotécnica que nos recuerda lo que debemos tener en cuenta a la hora de explorarnos. Como habrás adivinado, cada letra se corresponde con uno de esos aspectos que debemos revisar. Si aparecen uno o más de estos signos de alerta debemos acudir al dermatólogo para que establezca un diagnóstico.
A: Asimetría.
Los lunares son siempre redondos y simétricos. Por eso, si detectamos una asimetría en uno de ellos, es posible que se trate de un cáncer. Es decir, si una mitad es diferente a la otra deberemos tenerlo muy en cuenta.
B: Borde.
Mientras que los lunares se caracterizan por tener bordes regulares, gran parte de los melanomas iniciales tienen bordes irregulares, ondulados o mal definidos.
C: Color.
Los lunares pueden tener un color marrón más claro o más oscuro, pero siempre mantienen una tonalidad homogénea. En cambio, los melanomas iniciales varían de una zona a otra y pueden presentar dos o más tonos diferentes de marrón, negro o incluso rojo.
D: Diámetro.
El diámetro de un lunar es inferior a 6 mm. Si es de mayor tamaño, es posible que se trate de un cáncer, aunque los melanomas también pueden ser más pequeños.
E: Evolución.
Al contrario que los lunares, los melanomas van sufriendo cambios en su tamaño, color, forma, etc. Si además notamos dolor, picazón o sangrado en la zona es muy probable que tengamos un melanoma.
Afortunadamente, cuando un melanoma es detectado y tratado de forma adecuada antes de que se extienda a otras partes del cuerpo tiene un alto índice de curación. De ahí que sea tan importante la autoexploración siguiendo la regla del ABCDE, que debe completarse con visitas periódicas al dermatólogo.
Mayor riesgo cuanto más mayores seamos
Aunque no es el cáncer más agresivo ni el que cuenta con más mortalidad, las estadísticas dicen que uno de cada cinco pacientes habrá tenido cáncer de piel al llegar a los 70 años. Esto se explica porque es un tipo de cáncer que aumenta mucho con la edad, ya que, a más años, más tiempo de exposición solar habremos experimentado.
Por eso, las personas que superan los 50 años son el principal colectivo de riesgo, especialmente aquellas que tienen la piel clara y viven en un clima con muchas horas de sol, como ocurre en la mayor parte de España. Tomar el sol puede resultar beneficioso para nuestra salud, pero recuerda que la dosis debe ser la recomendada y a las horas adecuadas.