La investigación sigue siendo uno de los pilares en la lucha contra el cáncer. El aumento de la supervivencia y la mejora de la calidad de vida de los pacientes conseguida en los últimos años no se hubieran logrado sin el trabajo de cientos de científicos que dedican su vida a estas investigaciones. El último descubrimiento es el de una proteína que mantiene dormidas las células metastásicas y que podría ayudar a identificar el riesgo de recaída en el cáncer de mama.
La metástasis y el riesgo de recaída en el cáncer de mama
Esta investigación, llevada a cabo por científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), puede ayudar a entender mejor por qué varía tanto el tiempo en el que se producen las metástasis en los pacientes con cáncer de mama.
En concreto, los responsables del estudio han identificado la proteína quinasa MSK1 como reguladora de las metástasis latentes. Los tumores que no expresan esta proteína estarían asociados a un tiempo de recurrencia más madrugador, mientras que aquellos que sí lo hacen tardarían más en hacer metástasis.
El descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature Cell Biology y puede contribuir a que en un futuro sea posible identificar el riesgo de recaída en el cáncer de mama para poder ajustar el tratamiento. Asimismo, se podría tratar de mantener las metástasis en estado de latencia durante el mayor tiempo posible si se consigue mimetizar la función de la quinasa MSK1 en un tratamiento.
¿Qué es la metástasis?
La metástasis es un proceso en el cual una célula cancerosa se desprende de un tumor y se aloja en otra parte del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Dicho de otro modo, es la forma que tiene el cáncer de expandirse por el organismo y es la responsable de la mayoría de las muertes por esta enfermedad.
La mayoría de las veces, los fármacos utilizados para tratar el cáncer están diseñados para acabar con el tumor primario, pero no con las posibles metástasis. Por eso, el cáncer puede reaparecer incluso años después en pacientes que parecían estar curados, ya que esas células metastásicas que permanecían en estado latente son capaces de generar nuevos tumores en otras zonas del cuerpo.
La investigación llevada a cabo por el IRB abre una nueva ventana a la esperanza a la hora de comprender la manera en la que se reproduce el cáncer y de qué forma se puede controlar este proceso para aumentar la supervivencia.