¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es una sustancia que está presente de forma natural en nuestro organismo, formando parte de la piel o las articulaciones. Tiene múltiples propiedades, entre las que destacan su acción regenerativa, cicatrizante, antiinflamatoria y protectora frente a las bacterias, así como su capacidad para absorber el agua.

Todo ello ha motivado su uso cada vez más extendido en la medicina estética. Como hemos señalado, el ácido hialurónico está presente en nuestra piel y es el responsable de mantener su firmeza e hidratación. Sin embargo, a medida que envejecemos, se reduce su cantidad y aparecen las arrugas y la sequedad en la piel. Gracias a los tratamientos con ácido hialurónico se puede estimular la producción de nuevo colágeno y rehidratar la piel para que ésta recupere su firmeza y luminosidad.

Pero el ácido hialurónico no se utiliza solo para combatir las arrugas. También se emplea para
​recuperar​ ​los​ volúm​enes de la cara​ ​perdidos por la pérdida de peso o por el envejecimiento, como son los pómulos​ o los labios​, y es el tratamiento ideal para las cicatrices o para hacer frente a la sequedad vaginal. Son múltiples sus aplicaciones y muy poco frecuentes sus efectos secundarios, aunque siempre deberemos ponernos en manos de un profesional que cuente con los conocimientos necesarios para este tipo de tratamientos.

Beneficios del ácido hialurónico en pacientes oncológicos

Tanto la piel como la zona íntima de las mujeres son dos de las zonas que más sufren los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer.

Ácido hialurónico para recuperar la piel

En el caso de la piel, y a pesar de los cuidados especiales que debemos seguir, lo habitual es que ésta se vuelve más fina y rugosa por la pérdida de hidratación y de los compartimentos grasos que sufre durante los tratamientos oncológicos. Aparecen entonces de forma prematura las ojeras, surcos y depresiones en las mejillas, que podemos corregir mediante ácido hialurónico.

Dependiendo del objetivo que se busque, se utilizarán dos procedimientos diferentes. Si lo que se necesita es rehidratar la piel se realizan microinyecciones de ácido hialurónico y/o vitaminas en la zona. Con esto se consigue recuperar totalmente el aspecto de hidratación y turgencia en apenas tres semanas. Si lo que se necesita es recuperar volumen se recurre a un tipo de ácido hialurónico más denso que en el caso anterior, capaz de recuperar ese volumen perdido en determinadas zonas y de mejorar así las arrugas o los surcos que han aparecido.

Ácido hialurónico para recuperar el bienestar vaginal

Algunos tratamientos empleados para combatir el cáncer de mama provocan sequeda vaginal, dolor, picor y otros síntomas que pueden afectar a la calidad de vida de las pacientes y a sus relaciones sexuales. Esto se debe a la caída del nivel de estrógenos, lo que causa una pérdida de elasticidad e irrigación en los tejidos vaginales y la vulva.

Existe un ácido hialurónico específico que, una vez inyectado en la zona, permite rehidratar y revitalizar la mucosa de la vagina para aumentar así la lubricación natural y dar solución al problema. Los beneficios son notables una semana después del tratamiento y suelen durar aproximadamente un año.

Como hemos visto, los beneficios del ácido hialurónico son muchos y pueden ayudarnos a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas que han superado un cáncer. Si necesitas más información sobre estos tratamientos, no dudes en escribirnos al correo electrónico info@proyectoonme.com y te ayudaremos a resolver todas tus dudas al respecto.

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Entrevista a la doctora Dunia Kozo en ‘Buenos Días Canarias’

Proyecto OnME es una iniciativa pionera en Canarias cuyo fin es, en palabras de la doctora Dunia Kozo, «acercar la medicina estética y la nutrición para lograr una recuperación integral de las pacientes que han padecido cáncer».

Cuando a una persona se le diagnostica un cáncer sufre una pérdida muy importante, la pérdida de su salud. Sin embargo, una vez que comienza el tratamiento, esta persona tiene que enfrentarse a una segunda pérdida, la de su esquema corporal y con ello la de su identidad individual. Y en este momento es donde ha puesto su punto de mira Proyecto OnME, que quiere ayudar a estas personas a conocer las opciones de tratamientos médico estéticos disponibles y seguros para recuperar su imagen y que puedan volver a verse tan bien como lo estaban antes de los tratamientos oncológicos. Dicho de otra forma, «devolverles su calidad de vida y su seguridad».

El problema de la sequedad vaginal

Y es que para estar bien, «tienen que verse bien y sentirse bien«, como explicó la doctora Dunia Kozo en el programa ‘Buenos Días Canarias’. Uno de los temas que se trató durante la entrevista fue el problema de la sequedad vaginal, que puede influir de forma negativa en la vida de pareja y generar «un impacto emocional importante». Hay que tener en cuenta que, debido a la duración de algunos tratamientos (de entre 5 y 10 años en muchos casos), algunas pacientes probablemente no vuelvan a recuperar el nivel de estrógenos previo a la enfermedad.

Hasta hace no mucho la única solución a este problema se basaba en la aplicación de geles y cremas, pero afortunadamente la medicina estética ha avanzado mucho en los últimos años en este campo. Actualmente la sequedad vaginal se puede tratar con ácido hialurónico específico para la zona y también existen láseres y otros tratamientos, como la carboxiterapia, que pueden ayudar a recuperar la elasticidad y la lubricación de la vagina. Gracias a ello, «ellas puedan disfrutar de sus relaciones de una forma plena y volver a sentirse lo que eran antes».

Los 3 pilares de Proyecto OnME

Para conseguir su objetivo, Proyecto OnME cuenta con tres pilares: información, investigación y prevención. El primero de ellos, la información, tiene su razón de ser en la necesidad de los pacientes oncológicos de contar con «una fuente seria, rigurosa y de primera mano» que les ayude a encontrar las mejores opciones terapéuticas para dar solución a su problema estético tras el cáncer.

Por este motivo, se organizan con cierta periodicidad talleres y charlas informativas en las que las pacientes pueden preguntar sus dudas en contacto directo con los profesionales. También pueden hacerlo por escrito, a través de la dirección de correo electrónico info@proyectoonme.com , donde se analizará su caso por separado y de manera individual. La tercera vía para obtener información sobre la medicina estética oncológica es este blog, que se actualiza semanalmente. Todo ello cuenta la colaboración de la ACAME, GEMEON y ÁMATE, tres asociaciones formadas por médicos y pacientes que avalan el Proyecto OnME.

La información es muy importante, pero la doctora Dunia Kozo quiso resaltar en su entrevista el que es el objetivo principal de esta iniciativa: la investigación. Si ha quedado demostrado que, por ejemplo, la reconstrucción de mama es un aspecto fundamental en la recuperación integral de una paciente que ha sufrido una mastectomía, no debería ser menos importante la recuperación de la piel o del bienestar vaginal. Y esto «la única forma de hacerlo es con investigación y con números», reconoció la responsable del proyecto.

El último de los pilares de Proyecto OnME es la prevención de uno de los principales factores de riesgo del cáncer: la obesidad. A través de la nutrición y la dietética es posible prevenir la aparición de muchos tipos de cáncer, entre ellos el cáncer de mama. Además, también hay que tener en cuenta que muchos pacientes sufren subidas y bajadas bruscas de peso durante los tratamientos hormonales; para ellos también se organizan talleres informativos y se les da la opción de realizar un plan nutricional individualizado según las carencias que presenten.

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El acto se celebró en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Úrsula (Tenerife) y contó con la presencia de los medios de comunicación locales y la colaboración de Ámate, Ysonut, Isdin y Galderma.

Día Contra el Cáncer de Mama: Jornada informativa para pacientes oncológicos

Recuperar el peso y el equilibrio nutricional tras los tratamientos oncológicos

Uno de los aspectos tratados por la doctora Dunia Kozo durante la jornada fue el de la nutrición. Los tratamientos contra el cáncer provocan cambios en el metabolismo del paciente que acaban siendo la causa de bruscas subidas y bajadas de peso. Ante este hecho, se hace necesaria la elaboración de dietas especiales y personalizadas que les permitan recuperar su peso habitual.

Será el médico el que decida si el paciente necesita perder peso, recuperarlo o mantenerlo, siempre garantizando una dieta variada que aporte proteínas, verduras, fruta, legumbres y cereales. La dieta elegida por el profesional será la que marque las proporciones de estos macronutrientes en cada caso.

Sequedad vaginal y bienestar íntimo

Además de afectar al metabolismo, los tratamientos contra el cáncer de mama pueden provocar sequedad vaginal, así como dolor, picor e irritación en la zona íntima. Estos efectos secundarios afectan a la calidad de vida de las pacientes y hacen que las relaciones sexuales puedan llegar a ser incómodas y dolorosas.

Sin embargo, como se comentó durante la charla, existe solución para este problema. Gracias a la inyección de ácido hialurónico es posible rehidratar y revitalizar la mucosa de la vagina, haciendo que desaparezcan la sensación de sequedad y el picor, así como el dolor durante las relaciones sexuales.

Ácido hilaurónico: hidratar y revitalizar la piel

No es la única aplicación del ácido hialurónico, ya que además de para tratar la sequedad vaginal se utiliza para recuperar la piel después de haberse sometido a un tratamiento contra el cáncer. La piel es una de las partes de nuestro cuerpo que se ve más afectada por los efectos secundarios de los tratamientos y por eso debemos cuidarla con especial atención, asegurándonos de mantener su hidratación y de seguir una higiene y protección solar correcta.

El ácido hialurónico, además, nos ayudará a recuperar la hidratación que hayamos perdido con un efecto inmediato. Este compuesto tiene también la capacidad de recuperar la pérdida de volumen en determinadas zonas para mejorar o disimular las arrugas y los surcos que se hayan podido formar, por lo que es uno de nuestros mejores aliados para recuperar nuestro aspecto después de superar el cáncer.

Todos estos temas despertaron el interés del público que llenó el Salón de Plenos del consistorio, en su mayoría mujeres afectadas por el cáncer que quieren recuperar su imagen para volver a verse y sentirse como antes de la enfermedad.

Uno de los objetivos de Proyecto OnME es ser un referente en información rigurosa y segura acerca de las alternativas terapéuticas de la medicina estética y la nutrición en la recuperación integral de estas pacientes.

Pero en especial queremos promover la investigación: demostrar la importancia que tienen estos tratamientos en la recuperación de la calidad de vida y del bienestar psicológico de las mujeres, igual que hace años se consiguió demostrar la importancia de la reconstrucción de mama tras la mastectomía, el apoyo psicológico en el proceso o la fisioterapia, entre otras.

Si deseas más información sobre estos tratamientos o sobre futuras jornadas informativas puedes ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico info@proyectoonme.com

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¿Qué es la atrofia vulvo-vaginal?

Durante la menopausia o como consecuencia de algunos tratamientos oncológicos se produce una caída del nivel de estrógenos en la mujer que se traduce en una pérdida de elasticidad e irrigación en los tejidos vaginales y la vulva. Por culpa de ello, aparecen síntomas como la sequedad vaginal, el picor o la irritación en esa zona que afectan a la calidad de vida de las pacientes y hacen que las relaciones sexuales sean dolorosas o incómodas.

Pese a que se trata de un problema habitual en mujeres mayores de 50 años, también lo pueden sufrir mujeres jóvenes tras el parto (agravado incluso por la tirantez por la episiotomía) o tras las depilaciones láser, o pacientes ​que se han sometido a diferentes tratamientos contra el cáncer. Todas estas pacientes se sienten incómodas y sufren molestias que afectan a su bienestar íntimo y también a su ​vida sexual. Un hecho que, en algunos casos, llega a influir en su bienestar psicológico y su autoestima.

Muchas mujeres no se atreven a hablar de su problema a pesar de todo esto. Alrededor del sexo todavía existen muchos tabúes, pero debemos tener claro que es posible atenuar o incluso hacer desaparecer estos síntomas para recuperar el bienestar y disfrutar de una vida sexual satisfactoria.

Tratamiento para la sequedad vaginal tras el cáncer: el ácido hialurónico

Es una técnica muy eficaz y recomendada para tratar la sequedad vaginal en pacientes con cáncer y consiste en inyectar un ácido hialurónico específico para rehidratar y revitalizar la mucosa de la vagina. Se trata de un procedimiento muy sencillo que no requiere hospitalización, aunque se debe realizar con anestesia local.

Gracias a la rehidratación y revitalización de la mucosa de la vagina aumenta la lubricación natural, se previenen las infecciones y desaparecen la sensación de sequedad, el picor y el dolor durante las relaciones sexuales. Los beneficios de este tratamiento se empiezan a notar una semana después de su aplicación y el efecto dura aproximadamente un año, aunque dependerá de las características de cada paciente.

Una de sus principales ventajas es que es muy poco frecuente que aparezcan efectos secundarios, aunque en alguna ocasión puede aparecer un pequeño sangrado, hematoma o inflamación que desaparecen en poco tiempo.

En los 7 días posteriores al tratamiento se deberán evitar las relaciones sexuales, así como los lugares húmedos (piscinas, saunas, etc.). Tampoco son recomendables ciertas actividades que puedan generar presión en la zona, como el ciclismo o la equitación.

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