Claves para la detección precoz del cáncer de mama

Claves para un diagnóstico precoz del cáncer de mama

A pesar de que no es una enfermedad que se pueda prevenir, un diagnóstico precoz del cáncer de mama multiplica exponencialmente las posibilidades de superar la enfermedad. De hecho, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), existe casi un 100% de probabilidad de curación en el caso de que el cáncer de mama sea detectado en una etapa inicial.

¿Cómo realizar un diagnóstico precoz del cáncer de mama?

La prueba más eficaz a la que nos podemos someter para diagnosticar la enfermedad es la mamografía, es decir, una radiografía de las mamas. Esta prueba permite detectar lesiones hasta dos años antes de que sean palpables y cuando aún no han afectado a otros órganos.

En el caso de que se detecte un tumor en una etapa temprana, el tratamiento que se puede aplicar será mucho menos agresivo y provocará menos secuelas en la paciente. Por lo tanto, es recomendable que cualquier mujer mayor de 45 años se realice mamografías de forma periódica, al igual que aquellas más jóvenes que tengan antecedentes familiares o personales.

Además de esta prueba, también es conveniente que nos realicemos exploraciones físicas periódicas, bien sea por nuestra cuenta o bien por parte del médico. En cualquier caso, cabe recordar que este método no debe sustituir por completo a las mamografías, ya que su fiabilidad es mucho menor. Mientras que la mamografía permite detectar aproximadamente el 90% de los tumores, la exploración física apenas llega al 50%.

Pasos para realizar una exploración física

A pesar de no ser tan fiable como una mamografía, la AECC aconseja que todas las mujeres se autoexploren a partir de los 20 años para conocer mejor sus mamas y poder detectar cualquier anomalía. Estos son los pasos que hay que seguir para hacerlo correctamente:

  1. Colócate frente al espejo y pon los brazos en jarra. Comprueba que el tamaño, forma y color de tus mamas son normales y que no hay ninguna deformación visible o un cambio de posición en el pezón.
  2. Levanta los brazos y haz las mismas comprobaciones.
  3. Exprime el pecho para comprobar que no salga líquido de alguno de los pezones.
  4. Utiliza la mano contraria para explorar las mamas (es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa). Deberás hacerlo con las yemas de los dedos, manteniendo estos rectos y realizando un movimiento circular de arriba abajo y de un lado a otro, de tal forma que cubras la mama entera. Este paso puedes hacerlo tanto de pie como tumbada sobre la cama.

 

Por último, hay que señalar que es posible reducir algunos factores de riesgo siguiendo una serie de pautas saludables. Se recomienda realizar ejercicio físico de forma regular, evitar el sobrepeso o la obesidad con una dieta sana y controlar el consumo de alcohol.

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